Una reflexión personal sobre lo que aprendí en proyectos grandes y por qué decidí abrir este espacio
Por qué fundé PPOL: una consultoría diseñada para que la tecnología trabaje para el negocio (y no al revés)
"Hola, hola, probando 1, 2, 3... perfecto. Empecemos."
Así comenzó la conversación que dio origen a PPOL Research. No nació de un gran plan estratégico ni de un PowerPoint corporativo. Fue más simple —y más poderoso—: la necesidad de compartir lo aprendido en 18 años de carrera en eCommerce, Martech y tecnología. Pero también, de abrir un espacio donde hablar con honestidad sobre lo que realmente funciona (y lo que no) cuando se trata de transformar organizaciones.
El clic personal
La chispa surgió en un momento de presión. Mientras buscaba posicionarme en una nueva etapa profesional, entendí que no podía quedarme esperando. Había que crear algo propio.
Pero no quería repetir el discurso del "gurú" o del "líder de opinión". Lo que necesitaba era investigar, contrastar y poner sobre la mesa aprendizajes reales de proyectos con big players como Walmart, Motorola, Whirlpool o HEB.
Vi de cerca cómo las metodologías y frameworks pueden ser aliados… o convertirse en recetas vacías cuando no se adaptan a las personas ni a su contexto. Y entendí que el reto no es solo tecnológico: es profundamente humano.
El patrón que se repite
Tras casi dos décadas en la industria, identifiqué un patrón común:
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Organizaciones que dejan que la tecnología lidere al negocio, en lugar de usarla como habilitador.
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Equipos atrapados en silos de comunicación, hablando idiomas distintos.
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Consultorías que llegan con "horas de PowerPoint", pero sin empatía ni comprensión real del contexto.
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Culturas donde no hay espacio seguro para decir “no entiendo” o pedir ayuda.
¿El resultado? Proyectos que prometen mucho, pero que no generan el valor esperado.
Siempre uso esta metáfora: puedes tener un auto que corre a 280 km/h. Pero si no sabes manejarlo, si no entiendes cómo armonizarte con él, jamás alcanzarás esa velocidad.
Con la tecnología pasa lo mismo: no basta con tenerla, hay que integrarla con las personas, los procesos y la cultura.
La visión de PPOL
PPOL nació como un orquestador neutral.
No buscamos vender soluciones prefabricadas ni imponer metodologías de moda. Nuestra esencia es:
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Adaptar las metodologías al nivel de madurez de cada organización.
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Conectar la visión del negocio con la ejecución tecnológica.
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Diseñar escenarios con enfoque cuantitativo y cualitativo.
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Entender primero a las personas, y luego a la tecnología. Porque la verdadera transformación empieza ahí.
Algo que me marcó fue una escena de Dr. House: él buscaba a alguien que lo contradijera, porque sabía que la divergencia fortalece las soluciones. Ese espíritu vive en PPOL. No venimos a imponer verdades, sino a acompañar a los líderes para ver los problemas desde ángulos distintos y construir soluciones más sólidas.
Lo humano como núcleo
Aunque suene romántico, creo firmemente que al menos el 60% del éxito de un proyecto tecnológico depende de cómo las personas se conectan con él.
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Líderes que generan espacios seguros y transmiten confianza.
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Equipos que tienen permiso de cuestionar, dudar y proponer.
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Culturas que entienden que innovar no es improvisar, sino aplicar metodologías como Design Thinking, Change Management o Critical Thinking para canalizar la creatividad de forma estructurada.
Sin esa base, la mejor tecnología del mundo es solo un auto estacionado en el garage.
PPOL Research: un teaser, no un manual
Este blog no es un manual ni un escaparate corporativo. Es un teaser.
Un espacio abierto para compartir ideas, comparativos, experiencias reales y reflexiones brutales (en el buen sentido).
Aquí hablaremos de tecnología, sí. Pero también de liderazgo, ética, sustentabilidad, cambio cultural y nuevas formas de trabajo. Porque el futuro de la tecnología no está solo en el código, sino en cómo las personas eligen usarlo.
Invitación al diálogo
Si llegaste hasta aquí, me interesa saber qué piensas.
¿Has vivido proyectos donde la tecnología prometía más de lo que entregó?
¿O culturas que terminan frenando más de lo que habilitan la innovación?
Este es solo el inicio de una conversación. No vengo con respuestas absolutas. Vengo con preguntas, aprendizajes y la convicción de que cuando la tecnología trabaja para las personas —y no al revés—, los negocios realmente florecen.
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